La Historia dice que en 1887, los dueños de Coca-Cola lanzaron el primer cupón de descuento. Cada cupón daba al consumidor el derecho a beber un vaso de Coca-Cola en una de las farmacias que distribuían la bebida. Las estimaciones están en que en los primeros años de aplicación de esta fórmula, 1 de cada 9 estadounidenses de la época bebió un vaso de Coca-Cola gracias a ese cupón, lo demás ya es historia, una historia de éxito.
Este hecho fue el padre de lo que hoy en día es una de las herramientas de marketing más utilizadas por todo tipo de marca: Marketing Promocional.
Han pasado 131 años desde aquel suceso, y los cupones de descuento hoy en día no solo se usan para beneficio de la marca, de hecho, hoy en día tienen múltiples funciones, entre ellas, la construcción de Programas de Beneficios dirigidos a todo tipo de targets, desde empresas que las otorgan a sus colaboradores, hasta marcas que venden sus productos asociados a membresías con cuponeras de descuentos multimarcas.
Este último uso (el anclaje de productos a cuponeras de descuentos) ha tenido un crecimiento y demanda exponencial en los últimos años, abriendo la oportunidad de generar estos programas de beneficios mediante programas “white label” lo que da la ventaja de que cada marca pueda tener su propio programa de beneficios personalizado. Y es aquí en donde se vuelve imperativo estar un paso delante de la competencia tanto directa como indirecta.
Puede que hayas decidido o tengas en mente realizar un Programa de Beneficios por múltiples objetivos, como: Aumentar el branding de tu marca, incrementar el upselling & crosselling, generar employee engagement con tus colaboradores, aperturar nuevos mercados, etc. Pero un objetivo en común es que el usuario utilice los descuentos y perciba el valor de los mismos. Esto no solo hará que el programa tenga más visibilidad y con ello se logre gradualmente el objetivo de negocio que tengas en mente, si no que el usuario sienta un doble beneficio, el primero que va de la mano con el objetivo de negocio y el segundo, el ahorro que obtiene al utilizar los descuentos.
Lograr que el usuario utilice los descuentos es una tarea estratégica mediante el robustecimiento integral del programa con acciones verticales. Estas acciones son complementarias más no exclusivas, es decir, la ejecución de dos o más de estas acciones ayudarán a potencializar el uso del programa y por ende, lograr el objetivo de negocio.
La fórmula es muy simple: “Lo que no se comunica no se sabe, lo que no se sabe no se utiliza y lo que no se utiliza no se valora”. Uno de los principales problemas de un Programa de Beneficios es que no tiene una estrategia de comunicación adecuada o afinada al uso. Un ejemplo de ello es que una persona puede tener más de un programa de beneficios y no estar enterada o tener muy poca información sobre los beneficios de tenerlo. Algunos sectores como las instituciones bancarias o los almacenes de retail o servicios de telefonía pueden tener un programa de beneficios y ser beneficiarios del mismo, pero al no tener exposición y comunicación, los usuarios no se enteran y el impacto se diluye gradualmente en el tiempo, hasta el grado de no hacer uso. Por ello tener un plan de comunicación y exposición es tan importante al ser la voz de nuestro programa.
Va de la mano con la comunicación, pero es ir un paso más allá, dar ese 1% más después del 100%. Teniendo como base que un programa de beneficios es personalizado a la marca porque el diseño y ejecución se realiza en función de los objetivos de negocio y la identidad de la marca, la personalización es más que solo incluir el logotipo y un slogan a tu comunicación.
La personalización puede tener diferentes capas, desde personalizar la selección de las categorías o giros por usuario, hasta personalizar su comunicación como notificaciones, correos electrónicos o los cupones de descuento digitales con el nombre de cada usuario; estos dos ajustes harán que tus usuarios se sientan con más pertenencia al programa influyendo en la utilización.
Ya lo he mencionado en ocasiones anteriores, pero otorgar un regalo ocasionalmente y de forma inesperada a un usuario tiene un impacto positivo sumamente poderoso. Los cumpleaños, las fechas de aniversario, las parametrizaciones de uso* son buenos pretextos para darle ocasionalmente a los usuarios un extra; quizá un boleto de cine, un café gratis, un libro electrónico, etc. Estos regalos son económicos, de redención inmediata y gustos generales.
Las parametrizaciones de uso son esas metas que le puedes ir poniendo al usuario para que tu programa sea dinámico, y para esto utilizamos:
Sí, es correcto! Hacer dinámicas y sorteos es una gran idea además de ser una magnifica herramienta para generar interacción con tus usuarios, y que tu programa sea dinámico, divertido y que te ayude a generar contenido para tu propia red de usuarios al anunciar a los ganadores o mencionar a los principiantes destacados (recuerda que el reconocimiento público es un refuerzo positivo para tus interacciones).
Ya sea que tengas un presupuesto holgado o uno acotado, al implementar estas actividades te ayudarán a que aumente la participación de tus usuarios ampliando el universo de alcance, puedes hacer una dinámica por mes o por bimestre en donde el regalo sea algo de gusto general para todo tipo de audiencias (regularmente la tecnología y el entretenimiento son las categorías más aceptadas). Por último, las dinámicas las puedes ejecutar con el apoyo de redes sociales, web & email marketing y apps.
En definitiva, un Programa de Beneficios no es plano, por el contrario cuenta con muchos recursos, herramientas y estrategias complementarias sin sobreexplotarlo y de la forma más estratégica descubriremos que ofrece muchas posibilidades para nuestra marca. Solo necesitamos una alta dosis de creatividad, planificación y asesoramiento profesional.